La alimentación artificial es un procedimiento terapéutico mediante el cual se satisfacen las necesidades nutricionales de los pacientes que no son capaces de alimentarse de forma natural. Existen dos tipos de alimentación artificial, según el método utilizado para administrar los nutrientes: 1. Alimentación enteral: administración en el tracto gastrointestinal a través de tubos que llevan alimentos y/o agua directamente al estómago o intestino, pasando por alto el tracto orofaríngeo; 2. Alimentación parenteral: administración de nutrientes en su forma elemental (glucosa, lipípedos, aminoácidos) directamente en el torrente sanguíneo a través de catéteres venosos. En ambos casos, para administrar los nutrientes de forma segura y precisa, a menudo se utiliza una bomba electrónica y tubos. Además, para evitar complicaciones locales o sistémicas relacionadas con infecciones o inflamaciones, se debe utilizar material de enfermería adecuado para la medicación y el manejo de los puntos de acceso nutricionales (tubo o catéter venoso).