Los trastornos del espectro autista son un conjunto de diferentes alteraciones del neurodesarrollo vinculadas a una maduración cerebral anormal que comienza ya en el período fetal, mucho antes del nacimiento del niño. El trastorno se presenta de forma muy variable de un caso a otro, pero en general se caracteriza por el deterioro de la comunicación y la interacción social y la presencia de intereses y comportamientos restringidos y repetitivos y puede manifestarse a través de:
• Uso estereotipado de movimientos, lenguaje u objetos
• Adherencia excesiva a rutinas, rituales motores o verbales y/o resistencia al cambio
• Fijación por intereses especiales o restringidos de forma anormal en duración o intensidad
• Hiper o hipo reactividad a estímulos sensoriales o interés inusual en detalles particulares del entorno.
La siguientes patologías forman parte del TEA: trastorno autista, trastorno de Asperger y trastorno generalizado del desarrollo.