El síndrome de Angelman es un síndrome genético caracterizado por un retraso severo en el desarrollo psicomotor, deterioro grave o ausencia del habla, déficit de equilibrio dinámico y movimientos descoordinados (ataxia) con temblores en las extremidades, comportamiento típico caracterizado por un comportamiento generalmente feliz y facilidad para relacionarse, hiperactividad motora, hiperexcitabilidad con capacidad de atención reducida, episodios raros de risa desmotivada. Estas características son comunes a todas las personas afectadas. Otros rasgos frecuentes, presentes en el 80 % de los casos, son la microcefalia, que se hace evidente después de 2 años de vida, y las convulsiones epilépticas, que generalmente surgen dentro de los 3 primeros años de vida.