El término «lesión cerebral adquirida» se refiere a una enfermedad cerebral aguda que ocurre en el período postnatal. Cuanto mayor es el período de alteración de la conciencia, más frecuente es el riesgo de persistencia de discapacidades residuales graves. El paciente con una lesión cerebral adquirida presenta una serie de problemas extremadamente complejos de origen multifactorial que desafían el conocimiento, los métodos de medicina y las estructuras de la asistencia sanitaria. En sujetos con lesiones cerebrales, las habilidades motoras, las habilidades del lenguaje, la nutrición, el control del esfínter, la respiración, las capacidades cognitivas, la audición y la visión pueden verse comprometidas. En los niños, el crecimiento neuropsicológico y el desarrollo en el aprendizaje se interrumpen y se ven comprometidos. Todos estos déficits interactúan entre sí creando una imagen patológica de mayor gravedad de lo que uno podría esperar de la simple suma de los componentes individuales.