La insuficiencia respiratoria aguda es una alteración significativa de la función respiratoria que compromete el intercambio gaseoso normal entre el medio ambiente y la sangre. La reducción de oxígeno en la sangre conduce a taquicardia, aumento de la presión arterial, cianosis, dificultad para pensar, inestabilidad de los movimientos, mientras que el exceso de dióxido de carbono causa ansiedad, confusión, somnolencia hasta el coma y la muerte. Las principales causas son atribuibles a disfunciones pulmonares (asma, enfisema, EPOC, neumonía, hemotórax…), disfunciones cardíacas (edema pulmonar, ictus, arritmias…), intoxicación por sustancias, contaminación atmosférica y enfermedades neurológicas.