El término «hipertensión pulmonar» significa un aumento de la presión arterial dentro de los vasos arteriales del pulmón debido a la destrucción, el engrosamiento de la pared, el estrechamiento o la obstrucción de los propios vasos. La presión pulmonar media suele rondar los 14 mmHg en reposo: la hipertensión pulmonar comienza cuando la presión pulmonar media supera los 25 mmHg. Esta condición somete al ventrículo derecho (responsable de bombear sangre a los pulmones) a una sobrecarga de presión y volumen, lo que puede conducir a insuficiencia contráctil y descompensación. Si no se trata adecuadamente, la hipertensión pulmonar puede escalar, causando un mayor estrechamiento de los vasos sanguíneos y agravando los síntomas típicos de la enfermedad-