Las deformaciones torácicas son malformaciones genéticas que afectan a 1 de cada 400 personas. Suelen aparecer en los primeros años después del nacimiento y tienden a empeorar con el paso de los años hasta alcanzar su punto máximo durante la adolescencia. Sin embargo, si no se tratan, pueden provocar problemas pulmonares y cardíacos funcionales en la edad adulta.